El spam es uno de las molestias crónicas de nuestra era moderna. Moscas virtuales, podríamos decir, en el sentido de que es más incordiante que peligroso (conviene no confundirlo con otras prácticas como el phishing, que es ciertamente un peligro). Es, también, uno de los tantos anglicismos que de la mano de la tecnología se han colado en prácticamente todos los idiomas.
Pero ¿cuál es el origen del término "spam" en inglés? El rastreo nos lleva, como de costumbre, a lugares insospechados.
Todo empieza en 1937 cuando la compañía estadounidense Hormel Foods Corporation lanza al mercado una nueva marca para su producto estrella, la carne precocida en lata, que a partir de ese momento pasa a llamarse SPAM. Hay distintas versiones dando vueltas sobre el origen de la marca, pero no hallé ninguna verificada. Según la más convincente, en mi opinión, SPAM sería un portmanteau de "Spiced Ham" (jamón condimentado).
Si no me equivoco, la versión local se conoce como "viandada" |
El SPAM continuó su carrera ascendente y se extendió por buena parte del mundo conocido. Para los años 60, ya no era necesario contar con un abrelatas para disfrutar de la carne SPAM, ya que la Hormel incluyó en sus latas el sistema de anillo de apertura que fuera patentado en 1956 y cuyos descendientes podemos ver hoy en cualquier lata de gaseosa.
Mientras tanto, en Inglaterra, un grupo de seis jóvenes se unía para formar un grupo de comedia vanguardista que pasaría a la historia como los Monty Python. En particular, Monty Python's Flying Circus, la serie de 45 episodios que la BBC emitió entre 1969 y 1974, contribuiría a que los miembros del clan comenzaran "a ocupar una posición institucional en el edificio de esa misma cultura popular británica que tanto se habían divertido tratando de demoler", según dice el autor George Perry en su libro Life with Python.
Graham Chapman, Eric Idle, Terry Gilliam, Terry Jones, John Cleese y Michael Palin circa 1969 |
"Monty Python's Flying Circus", versión ZX Spectrum, 1990 |
¿Spam? Ah, sí. Estamos llegando. Decíamos que el humor de los Monty Python no era para todos los gustos, pero fue sin duda influyente. Uno de los sketches de Flying Circus alcanzó fama por su cuenta, y es el que nos interesa aquí. Tenía como escenario una fonda a la que llegaba (o mejor dicho, descendía) una pareja con ganas de comer algo. La propietaria les recita el menú: "huevo y panceta; huevo, salchichas y panceta; huevo y spam; huevo, panceta, salchichas y spam; spam, panceta, salchichas y spam; spam, huevo, spam, spam, panceta y spam; salchichas, spam, spam, panceta, spam, tomate y spam, ...". Por toda respuesta a la irritación de los recién llegados, que desean algo sin spam, la dueña propone alternativas que incluyen invariablemente más spam. Mientras tanto, un grupo de vikingos que ya estaban sentados en el restaurante empieza a cantar "spam spam spam spam" sin motivo aparente. Poco después se agregan un turista húngaro y un canal de noticias, que ve la crónica del día invadida por la palabra "spam".
Si todo lo anterior suena un tantín absurdo, bueno, eso es Monty Python. El video original se puede ver aquí:
El fenómeno dejó entonces de llamarse "flooding" para transformarse en "spamming". La llegada de Internet, las primeras comunidades online y especialmente la popularización de los primeros servicios de distribución masiva de mensajes, como Usenet, dejaron prácticamente sin efecto el viejo flooding/spamming de las terminales de texto, pero en el horizonte apareció una nueva criatura: la publicidad no solicitada.
Con el paso del tiempo, "spamming", "spammer" y "spam" comenzaron a referirse respectivamente a la acción de inundar foros, mensajerías u otros espacios con avisos comerciales, al agente culpable de esta inoculación (generalmente personal de marketing), y al objeto mismo que se quiere publicitar, que en forma de correos electrónicos hoy sigue saturando (y sacándonos de) nuestras casillas y contra el cual los proveedores deben ingeniárselas para elaborar filtros más y más sofisticados.
La historia de la palabra spam es en mi opinión un bello ejemplo de transferencia cultural y de evolución lingüistica. De la carne precocida de sus inicios, el término se adaptó y mutó de generalidad a particularidad, de designar acción u objeto según el ámbito y la época, y está hoy entre nosotros tan incorporado como si hubiera pertenecido al idioma desde el principio (y después de conocer la historia, convengamos en que "correo no deseado" es una expresión muy civilizada pero también más limitada y menos evocativa). Así mirada, la palabra "spam" ha cumplido con su meta-objetivo de hacerse ubicua en el tiempo y el espacio, como celebraban los vikingos de los Monty Python.
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